La Regla 2 Minuto de plegaria
La Regla 2 Minuto de plegaria
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La plegaria es una parte esencial de la Certidumbre católica, un medio a través del cual nos conectamos con Dios y experimentamos su amor y misericordia. A lo extenso de la historia, podemos ver cómo la oración ha sido un punto central en la vida de los creyentes, influyendo en los planes divinos y transformando la verdad.
¿Acaso pensamos que Dios cometió un error y que podemos informárselo para que corrija el curso de acción? ¿Creemos que podemos convencerlo para que haga otra cosa fuera de lo que Él sabe que es apropiado? ¿Le estamos informando circunstancias que Él desconoce? ¿Qué es exactamente lo que hacemos cuando rezamos?
Cuando por mí se eleva a Dios tu ruego, soy como el fatigado peregrino, que su carga a la orilla del camino deposita y se sienta a respirar; porque de tu plegaria el dulce canto alivia el peso a mi existencia amarga, y quita de mis hombros esta carga, que me agobia, de error y de pesar.
Puedes usar una oración que hayas memorizado o repetir una oración como el Padrenuestro. La clave es encontrar una forma que te ayude a conectarte con tu Dios.
Otro aspecto transformativo de la plegaria es el hecho de expresar devolución de forma regular. Los psicólogos positivistas Tal Ben Shajar y Martin Sleigman han demostrado la fuerza transformadora de la correspondencia: ella crea viejo optimismo y satisfacción, incrementa la autoestima, disminuye el estrés y la ansiedad, y expande nuestra capacidad de perdonar.
La plegaria es una forma de oración individual o colectiva. Algunas religiones tienen una estructura de plegaria establecida, mientras que otras permiten que los fieles inventen sus propias oraciones. Algunas religiones también dictan que la plegaria debe realizarse en un emplazamiento específico, como un templo, iglesia o mezquita.
Cual en el vértice de un volátil monte, perlúcido, un río brolla de su musgosa piedra, el cual, cuando desde un inclinado valle en picado llegó rodando, por medio su camino transita de un denso pueblo, 60 dulce alivio para el viandante cansado en su sudor, cuando el grave verano los abrasados campos quebraja; e igual que en un negro tornado lanzados unos navegantes, más lenemente soplando un aura benévolo les viene luego cuando su plegaria de Pólux, ya de Cástor han orado: 65 tal fue para nos de Alio el auxilio.
Pienso que aquí la idea es que cuando rezamos en la sinagoga, podemos suponer que la persona que sale por la Puerta B no es la misma persona que entró por la Puerta A. Por lo tanto, en sinceridad no se está tomando un atajo cruzando la sinagoga, porque la persona que parte no es la misma que había entrado ayer.
Existen dos escenarios básicos para la oración cristiana: corporativa (o pública) y privada. La oración corporativa incluye la oración compartida en el punto de culto o en otros lugares públicos, especialmente en el Día del Señor en el que muchos cristianos se reúnen colectivamente. Estas oraciones pueden ser oraciones formales escritas, como las liturgias contenidas en el Volumen de Servicio Luterano y el Texto de Oración Global, Triunfadorí como oraciones jaculatorias informales u oraciones extemporáneas, como las ofrecidas en las reuniones de campamento metodistas. La oración privada se produce cuando el individuo reza en mutismo o en voz incorporación en el hogar; el uso de un devocionario diario y volumen de oraciones en la vida de oración privada de un cristiano es global.
Es posible hacer plegarias por la Lozanía de un enfermo, para mejorar la situación profesional propia o de otra persona o para revertir el impacto de una situación negativa, por citar algunas posibilidades.
Una plegaria se puede hacer en cualquier momento y en cualquier emplazamiento. Puede ser como una conversación informal entre una persona y su Dios, o una oración formal que se usa para adorar a Dios.
Ejemplos ? Pasada la tormenta de agresiones, debemos aguantar a Galantería de labios una sola plegaria: el propósito reiterado de reedificar y crear.
Te aliento a que fijes algunos momentos del día para pensar sobre lo que verdaderamente necesitas y deseas en la vida, para devolver por lo que no obstante tienes, y para contemplar tu relación con el Creador (17).
Además, reponer a las quejas es una mala forma de educar. Imagina a un Caprichoso que no quiere cepillarse los dientes y se queja apasionada y elocuentemente para imp source que sus padres le permitan dejar de cepillarse los dientes. ¿Posiblemente eso es una paternidad responsable? No me parece.